Sin comentarios aún

¿Está Dios con nosotros en el desierto?

Basado en Exodo 17: 1-7

El pueblo de Israel fue puesto a prueba porque dijo: ¿está Dios con nosotros en el desierto?

El pueblo de Israel, ante la necesidad que tenía, se quejó por no tener para beber y reclamó a Moisés diciendo: “¿por qué nos sacaste de Egipto?”. El pueblo estuvo cautivo durante 400 años en Egipto, ¡toda una vida! y se acostumbraron a vivir de esa manera. Primero estaban reconociendo que no tenían necesidad de agua en Egipto y no veían que eran esclavos.

Después de haber reconocido a Jesucristo y ver milagros en nuestra vida, a veces nos hemos acostumbrado, a naturalizar ese estado de esclavitud. Y aun así a pesar de esta rebeldía Dios suplió esa necesidad y dio en abundancia, el agua que querían.

En estos tiempos de incertidumbre, miedo, temor, malas noticias, dudamos en qué Dios confiamos, en cual Dios creemos. Sí, Él va a suplir nuestra necesidad espiritual y a veces decimos que mejor es como estábamos antes.

¿Estamos así, rebeldes reaccionando como el pueblo de Israel lo hizo?. Tenemos que tener en cuenta que el señor le daba instrucciones a Moisés. Golpearé la roca y saldrá agua a chorros. Dios nos da más de lo que esperamos y de lo que merecemos.

Nuestro Dios, que nos ama sobre todas las cosas suple todas nuestras necesidad. Dios permitió que el pueblo tuviera sed, para probar su fe, en ese tiempo. Dios ve mi actitud hacia mi vida, como voy pasando mi vida. Ellos, el pueblo de Israel, se reveló contra Dios y Moíses. Dios l permite para saber hasta cuanto le creemos, en la prueba, en tiempo de necesidad y escases, ¿cuál es nuestra actitud?. O creemos que si él nos sacó de la esclavitud para vivir en libertad y confiando que él siempre, siempre sin importar el desierto por el que atravesamos, Dios no nos abandona, aun en el tiempo del desierto.

Dios con su inmenso amor, siempre suple nuestra necesidad, él suelta la palabra y estará hecho. Y no solo eso, si no que nos da y nos da en abundancia.

Que este tiempo sea para reflexionar, para educar a su pueblo, a sus hijas, somos, apartadas para él.

Él quiere cumplir su propósito en nosotras. No perdamos el tiempo, con reclamos discusiones, quejas, eso retrasa la bendición.

Según los estudios, el pueblo desde el punto de vista geográfico el camino era 11 días y ¡ellos tardaron 40 años!. No permitamos que la queja, la discusión nos frene.

No poner a prueba a Dios, ni poner su palabra en duda. No somos nada ni nadie para cuestionar a nuestro Dios, ni preguntar que o para qué, Él es soberano, no permitamos que la duda, que la queja y que la rebeldía, retrasen el cumplimiento de la promesa, retrasen el cumplimiento de la tierra prometida para nosotras y para nuestra familia. Pongamos por obra esta palabra, reflexionemos en ello.

Seamos esas hijas, que no le temen a nada, no se quejan por nada cumpliendo con todo y siendo obedientes a las autoridades, descansemos en el Dios que tenemos, nunca él va a permitir que tengamos hambre ni sed.

Célula: Sanadas y en Victoria

Patricia Lescano (invitada Especial)

Publicar un comentario