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LOS INNOMBRABLES

Los innombrables (Basado en Mateo 25:14-26)

La responsabilidad de las riquezas para nuestra iglesia no solo le compete a los pastores y líderes, es para todos. En la parábola de los talentos. Hubo una persona que multiplicó sus cinco talentos dados, porque el reino es para valientes y solo lo arrebatan los valientes. Dios a cada uno dio diferentes talentos. Tenemos mucho para dar y para brindar. Si alguno cree que tiene un talento y que Dios no los usa como personas, ¡están equivocados!. Dios le da en mayor medida a aquellos que cree que son responsables, Dios conoce nuestras características y no nos va a dar tareas responsables a los irresponsables. Hay tantos talentos para enumerar…

El Señor nos da oportunidades, por eso tenemos un talento inicial. Dios se va a ocupar de todas las cosas que presentemos conforme a sus riquezas en gloria. A veces acumulamos tesoros en la tierra y nos olvidamos que a nuestra diestra, siniestra, adelante y atrás de nosotros hay un montón de personas que necesitan. Aun si damos de lo poco que tenemos, Dios condimenta y da sobreabundamente. Recordemos la parábola de la multiplicación de los panes y los peces, fue en un principio, muy poco, pero Dios multiplicó. Dios multiplica todo lo que él considera que es bueno, seamos buenos administradores de los que Dios nos dio. A Dios no le gusta los mezquinos, los miedosos, los que no tienen fe, Dios dice en lo poco has sido fiel en lo mucho te pondré. Dios le reclama al que le dio un talento, esta persona tuvo miedo, pero te dió, ¡Arriésgate!.

Cualidades de lo que no debemos ser: no debemos ser un siervo cobarde y miedoso, que guarda su talento. El Señor le dijo a este, ¿sabías que siego donde no sembré?, siervo malo y negligente. Tenemos que saber que en las manos del Señor todo es multiplicado. Dios siembra, utiliza su Palabra y recoge donde no esparció. Él puede hacer cosas con los innombrables.

El Señor nos dice, toma tú cruz y sígueme, no nos acongojemos, no nos sintamos poca cosa. Dios da a cada uno conforme a lo que esparció, es una responsabilidad de todos de gente que tiene y gente que no tiene.

Gracias porque el reconstruye nuestro templo, nuestro corazón, nuestras familias y nuestros hogares, nuestra vida en familia, ¡Dios nos potencie nuestros talentos!.

Hermanas a trabajar para el reino, porque nada queda sin recompensa, no seamos cobardes, seamos valientes, pongamos honor en la obra para que el río de Dios pueda fluir en todo el mundo.

CÉLULA : SANADAS Y EN VICTORIA – 10 DE AGOSTO, 2020

ANA LOURDES BERNATE

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