Basado 2 Corintios 1
Cunado Pablo escribió esta segunda carta, él estuvo dos años en Corinto y luego partió para hacer otro viaje.
Corinto, era una ciudad sumamente idólatra, comerciante, habían muchas gentes que venían de afuera, corrupta moralmente, tenía adoración a la diosa Afrodita, por lo tanto, los cultos eran aberraciones sexuales.
Quienes se convertían al evangelio, venían de esas prácticas. Hubo un líder de la iglesia de Corinto que quiso desterrar la educación que Pablo había dado a la Iglesia, y parece, que Pablo hizo un viaje para hablar a la iglesia, nuevamente, para salvarla de esa situación, fue triste y difícil para Pablo, porque fue rechazado y esta persona había tomado poder, a través del enemigo, en la Iglesia.
Había Inmoralidad en toda la iglesia, Pablo estaba pasando por tribulaciones, y le estaba escribiendo a ellos con tanto amor “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. ….”
¿Qué quiere decir tribulación?, da el reflejo de una tortura que hacían en Inglaterra, en donde se oprimía el pecho de las personas, para confesar pecados, incluso se oprimía hasta el punto de generar la muerte.
Que nos dice Pablo a Corintios, “…hermanos en cualquier tribulación el Dios de toda consolación está con nosotros….” En otras versiones se menciona la palabra “confortar”, la palabra consolación, se usa para el Espíritu Santo, también.
El Espíritu Santo nos consuela a través de las escrituras, con la esperanza de su segunda venida, con otros santos, otros creyentes, capacitados en su palabra. Podemos tener tribulaciones por muchas cosas, falta de trabajo, enfermedad, por conflictos familiares, a veces pensamos que las pruebas y tribulaciones vienen por disciplina o por juicio de Dios. Dios puede disciplinarnos, seamos consolados, para consolar, seamos consolados para aprender a consolar a otros. Él nos consuela para que nosotros podamos consolar. En el caso del huerto del Getsemaní, cuando murió Lázaro, cuando hubo la persecución de los judíos.
Cuando le pides al señor en medio de un gran peligro, el señor te va a enseñar. Tal vez te va hacer sufrir para enseñar a otros, para saber consolar a otros.
Que él pueda consolarnos para su gloria.